La familia de Javier Pastore, reconocido futbolista argentino, será llevada a juicio por la muerte de Mauricio Waldemar López, un operario que falleció en un accidente laboral en la metalúrgica Cord-Mold, propiedad de la familia Pastore, en junio de 2022.
El trágico suceso ocurrió mientras López limpiaba virutas de metal de una máquina fresadora. La investigación judicial determinó que la máquina estaba en funcionamiento y con el sistema de seguridad desactivado manualmente. Juan Carlos Pastore y Patricia Coseani, padres de Javier, junto con Ariel Pastore, hermano del futbolista, están acusados de homicidio culposo agravado.
López, padre de un niño pequeño, había ingresado a la empresa gracias a su amistad con Ariel y Javier Pastore, compartiendo con este último la pasión por el fútbol. La tragedia conmocionó a la comunidad y desató una larga lucha por parte de la familia de la víctima en busca de justicia.
La investigación y las irregularidades
El fiscal Tomás Casas, a cargo de la investigación, concluyó que la muerte de López se debió a la negligencia en las medidas de seguridad. Peritajes y testimonios revelaron que varias máquinas en la fábrica tenían sus dispositivos de seguridad alterados para no interrumpir la producción, una práctica habitual durante al menos cuatro años.
Tras el accidente, se detectaron irregularidades que levantaron sospechas. Los peritos encontraron que los sistemas de seguridad estaban correctamente colocados, a diferencia del día del accidente. Además, el sistema de grabación de las cámaras de seguridad había sido manipulado.
El reclamo de justicia de la familia López
La elevación a juicio representa una victoria para la familia de López, quienes desde el inicio denunciaron irregularidades y la falta de empatía por parte de la familia Pastore. El abogado de la familia, Pedro Despouy Santoro, especialista en seguridad, afirmó que la máquina carecía de los elementos de seguridad necesarios porque la empresa priorizaba la velocidad de producción por encima de la seguridad de sus empleados.
Despouy Santoro señaló que la decisión de remover los mecanismos de seguridad era una práctica habitual en Cord-Mold y que la situación podría considerarse como "dolo eventual", aunque la imputación actual es por homicidio culposo.
Estela, la madre de Mauricio, expresó su profundo dolor y la falta de respuestas por parte de los dueños de la fábrica. "Recordar el 30, maldito 30 de junio, que Mauricio trabajaba como cualquier día normal y nunca más lo vimos (...) 3 años y ni una respuesta”, lamentó. La familia espera que el juicio traiga justicia y que la muerte de Mauricio no quede impune.
El juicio oral y público se llevará a cabo próximamente y se espera que determine la responsabilidad de la familia Pastore en la muerte de Mauricio López. Paralelamente, se lleva adelante un reclamo civil. El caso pone en evidencia la importancia de la seguridad laboral y las consecuencias de la negligencia en el ámbito industrial.